Leer a Julio Ramón Ribeyro Por Alonso Rabí do Carmo Este es, sobre todas las cosas, un testimonio de parte. Antes de leer a Julio Ramón Ribeyro yo ya había fatigado –como suele ocurrir con muchos lectores– cientos, miles de páginas en las que desfilaban aventureros de toda laya, batallas épicas, amores infelices, peripecias trágicas, viajes alucinantes por aire, mar, tierra y más allá, exploradores y bandidos o seres que se transformaban mágicamente, entre otros elementos que hacen singular y recordable ese acto inevitablemente ritual que es la iniciación a la lectura. Sin embargo, leer a Ribeyro fue otra cosa. Fue descubrir, por ejemplo, que en el fracaso hay una dimensión de grandeza, que en la derrota se transparenta la dignidad. Que esos personajes…
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